¿Cuba ya no puede repartir comida?

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"Cuba ya no puede repartir comida". Así es como encabeza El Pais su último artículo sobre Cuba, en el que expone la posible eliminación de la cartilla de racionamiento que existe en Cuba, por la cuál todos los cubanos tienen garantizados 3,5 kilos de arroz; 2,5 kilos de azúcar; medio kilo de frijoles; 230 gramos de aceite; 10 huevos; 460 gramos de pollo; 460 gramos de espagueti, 230 gramos de picadillo de soja (o sustituto), además de 115 gramos de café y un pan diario. Para los niños menores de siete años también incluye un litro de leche al día.

El artículo a simple vista podría parecer cierto, sino fuera por...

(1) Para el autor, y por extensión El País, esta cartilla es insostenible por el actual modelo económico. Sin embargo, en ningun momento se hace mención al bloque económico norteamericano, bloqueo que ha costado a Cuba 72 mil millones de dólares estadounidenses, los cuales no incluyen los 54 mil millones de dólares imputables a daños directos ocasionados a objetivos económicos y sociales del país por los sabotajes y acciones terroristas estimuladas, organizadas y financiadas desde los Estados Unidos, segun los datos cubanos.

Al respecto, recomiendo la visita a esta página web.

(2) Cuba tiene que comprar el alimento que importa sobretodo a EEUU, pagando en contado y por adelantado. ¿A quién más EEUU impone condiciones tan ultrajantes y humillantes?

En todo momento, el artículo da a entender que la culpa es exclusiva del gobierno cubano, cuando realmente quien está bloqueando e impidiendo el desarrollo de Cuba es el gobierno yankee.

El problema de fondo, y motivo de preocupación para mi, es que el bloqueo económico va minando poco a poco al gobierno y al pueblo cubano, y podría motivar ciertas involuciones hacia atrás para impedir que el sistema entero no se desmorone, y encima, la prensa occidental da cubertura mediática legitimizadora del bloqueo, enfocando sus artículos a minar el apoyo al pueblo cubano vertiendo más y más mierda encima del gobierno.

No quita eso que en Cuba puedan existir fallos, y no quiero decir que no haya que corregir errores. El problema, y lo que realmente quiero trasmitir con esta entrada, es el burdo ataque que El Pais realiza sobre Cuba ignorando en sus artículos la verdadera raíz de la desgracia de Cuba: el bloqueo norteamericano.

La reforma neoliberal de la universidad pública sigue adelante

Os dejo a continuación este texto sacado de la web de la UJCE en la UAM:


Para este curso escolar 2009/2010 la mayoría de titulaciones que ofrece cada Universidad pública están ya adaptadas al Plan de Bolonia, y el año que viene, todas las titulaciones que se ofrezcan habrán de estar adaptadas a Bolonia. Durante los últimos años el estudiantado ha sabido organizarse y crear un movimiento social asambleario contra Bolonia muy fuerte y que ha tenido gran impacto social. Desde el ya desaparecido movimiento por una vivienda digna, no ha existido un movimiento juvenil tan fuerte como éste. Un movimiento estudiantil que durante sus momentos de cénit y máxima capacidad de movilización ha sido uno de los pocos movimientos sociales amplios contestatarios y que atacaba directamente a la raíz del problema: el neoliberalismo económico hegemónico en nuestras sociedades occidentales.


Durante estos últimos años, la juventud, y con ella la Juventud Comunista, nos hemos estado movilizando porque considerábamos que el Plan Bolonia no era más que la herramienta mediante la cuál se mercantilizaba, elitizaba y se subastaba la universidad pública española al mejor postor. Las excusas bajo las que se defendía Bolonia no eran más que bonitos envoltorios que camuflaban lo agrio del caramelo que representaba esta reforma. La movilidad de estudiantes ya existía gracias al “Programa Erasmus”, y si más jóvenes no marchan a otros países a estudiar es por falta de becas, no por el sistema de créditos antiguo, como se defendía. La homologación es más que dudosa considerando solo, por ejemplo, que en España los grados tendrán una duración de cuatro años frente a los tres del resto de Europa, o la negativa de Francia a homologar sus Escuelas Superiores. Solo una cosa era relativamente cierta: la mejora de la “empleabilidad” de los estudiantes que finalicen sus titulaciones, pero esto no se conseguirá gracias a la mejora de la calidad de las enseñanzas, sino por la paulatina eliminación de las titulaciones más innecesarias para el mercado laboral – como Filosofía – fomentando las que más salidas laborales tienen. Pero aunque se mejora las tasas de ingreso en el mercado laboral en puestos de trabajo acordes a sus titulaciones, las horas de estudio teórico se han reducido y se han sustituido por horas de estudio práctico, empeorando la formación de las y los futuras/os trabajadoras/es. Llegamos pues a una conclusión obvia: el Plan Bolonia es una gran farsa.


Pero algo sí que es cierto. Pese a que apenas llevemos muy poco tiempo con este nuevo Plan de Bolonia, ya sabemos que algunas de las cosas que denunciábamos se va cumpliendo. Los másters son cada vez más caros(1), y hasta las salidas laborales más elementales necesitan de másters(2), los cuáles además en su mayoría no son cubiertos por las universidades públicas como debería ser(3), obligando al estudiantado a recurrir a las universidades privadas, que son mucho más caros. Y si miramos a los países que se han tomado como ejemplo para esta reforma, como EEUU, esto supone que los estudiantes están (en nuestro caso estarán) endeudados hasta las cejas(4).


Obviamente, para que no sea tan evidente, el gobierno además crea pequeñas tapaderas, como las ayudas a paradas/os para estudiar un máster(5), de las cuáles son excluidas/os las/os inmigrantes(6), iniciativas que su uno examina son irrisorias por la cantidad que se destinan a ellas, pues en este caso si se calcula que la medida podría interesar a 400.000 paradas/os, las ayudas apenas cubren ni para 20.000 solicitudes de media*.


Lo que no es una tapadera es la Estrategia de Universidad 2015, mediante la cuál el gobierno seleccionará 15 campus de excedencia(7), a los que dotará con mayores recursos económicos, creando universidades “para élites” mejor financiadas que la mayoría de campus, que se convertirán así en universidades “para masas”. Además, los criterios bajo los cuáles se examinen los éxitos en investigación serán meramente económicos(8), y si tenemos en cuenta que la financiación pública a investigación va en descenso(9), el panorama que nos espera es el de unas universidades públicas que se verán obligadas a venderse al mejor postor para seguir siendo de excedencia (o para convertirse en ellas).


Y así, es normal que hasta los profesores, tanto si hablamos de titulaciones concretas(10), como si hablamos de universidades concretas(11), estén en contra de Bolonia.





*A tal propósito, el Ministerio ha dedicado 49 millones de euros directos (+21 millones para las CCAA, que ellas tienen que destinar "para potenciar la formación de titulados desempleados mediante la oferta propia de las Universidades que sea considerada estratégica para el desarrollo económico de cada Comunidad" lo cuál equivale a decir que se lo gastarán como quieran).

Si consideramos que un máster de media puede costar entre 2mil y 3mil euros (y eso que los hay mucho más caros), eso nos ofrece que se podrán benefriciar, como mucho, entre 24.500 y 16.300 estudiantes que reúnan estas condiciones. Cuando dieron la noticia por TVE, señalaron que actualmente hay ¡¡400.000!! estudiantes licenciados en paro (y susceptibles de que les pueda interesar esta ayuda). Es decir,
esta ayuda beneficiaría a menos del 5% de a aquellas personas que les pudiera interesar.

Paro y precariedad son nuestras crisis permanentes

Spot de la camapaña de la UJCE contra la crisis

Venezuela en la encrucijada

Hace ya diez años que Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales venezolanas y comenzó el proceso que se ha venido a denominar como "Revolución Bolivariana", la cuál se extiende ya por otros muchos países latinoamericanos de toda Suramérica, cuyo denominador comun actual es su matriz ideológica: "el socialismo del Siglo XXI".

Desde entonces, en Venezuela se han ido produciendo un conjunto de procesos de cambios, invirtiendo la dinámica anterior en la que el neoliberalismo era hegemónico en toda Latinoamérica y ha devuelto la esperanza a millones de personas, que hoy en día albergan en sus corazones la llama de la esperanza de un mundo nuevo y diferente, un mundo en el que el capitalismo pueda ser superado y transformado, y en su lugar seamos capaces de crear un sistema socialista que funcione y sea una alternativa al sistema económico actual.

Sin embargo, el carácter socialista de la Revolución Bolivariana no vino con la victoria en 1999 en las elecciones. Quizás quien mejor lo explicar al respecto es Armiche Padrón, secretario del Partido Comunista de Venezuela (PCV) en Sucre:

Primero, la revolución bolivariana no ha sido una revolución socialista desde que se inició. Se plantea como una revolución nacionalista con conceptos básicos de rescate de lo nacional y democracia participativa. Se avanza y se generan cambios, empieza a articularse una política social de inclusión fundamental con misiones y esa profundización generó adversidades y antagonismos. Llega el 2004 y el Presidente Chávez da en su discurso el carácter antiimperialista de la revolución bolivariana y el carácter socialista se viene a plantear con la última elección presidencial. La construcción del socialismo no es del año 1998, la idea se plantea en 2006 por tanto, ni siquiera se ha comenzado a transitar el camino de la construcción del socialismo. Falta apertura al debate ideológico para definir elementos que apuntalen el socialismo y que es simplemente elevar la calidad de vida del pueblo venezolano.


Lo que no se puede negar hoy en día, pese a todo, son los éxitos alcanzados. Tampoco me voy a extender en todos ellos y hacer una recopilación. Valga como ejemplo algunos de esos éxitos, como los que hace unos meses recogíamos en esta otra entrada sobre Venezuela, u otros como pudieran ser: la reducción de la pobreza extrema, la mejora en la calidad media de vida de los venezolanos, etc, etc..., todo ello además soportando una ofensiva de mentiras, ataques y manipulaciones desde la prensa occidental.

Pese a los errores que, por supuesto, los hay en Venezuela, podemos decir que si hiciéramos un balance entre éxitos y fracasos, el balance sería positivo para el pueblo venezolano.

Pero en estos últimos tiempos es cierto que empiezan a llegar una serie de vientos y noticias preocupantes desde Venezuela. Especialmente las referidas a los abusos de una casta burócrata de funcionarios del Estado venezolano, sobretodo de cuadros intermedios, aunque con raíces también en los cargos superiores que son los que en el fondo permiten hacer y no dan un golpe de mano. Estas personas, gracias a la abundancia de divisas que entran en el país gracias a la exportación de petróleo, meten mano como quieren y se está generando un cierto corporativismo y amiguismo, lo que ha generado la consolidación de un grupo de personas que ahora se viene a llamar la "boliburguesía".

Ciertamente se ha generado una recomposición dentro de la burguesía nacional, igual que en la época de Carlos Andrés Pérez surgieron los doce apóstoles. En Venezuela, esta revolución, por la forma que tiene de llevarse y por las características naturales en las cuales ha crecido, ha permitido el surgimiento de nuevos sectores económicos muy vinculados al Psuv, organización que nace como partido del gobierno. No hubo una transferencia del MVR, pienso que el MVR tenía mucha más solidez ideológica que el Psuv. El Psuv abrió mucho más las compuertas, que no es pecaminoso, pero uno de los riesgos que se corre es ese. Sin duda, hay una boliburguesía, un nuevo sector económico que cobijándose en el manto del gobierno venezolano se ha fortalecido económicamente y no estamos dispuestos a permitir que esas personas se erijan ahora como vanguardia política de la revolución. Ahí está el PCV, para enfrentar a esos sectores de la boliburguesía que expresan esa derecha endógena que trabaja para el chavismo sin Chávez.


Y al respecto, lo que señala Armiche Padrón, de quien también es el fragmento que acabo de citar, hay algo que me parece bastante importante destacar, y es sobre el funcionamiento del PSUV, un partido con más afiliados que votantes, un partido que apenas hace vida interna salvo en sus órganos ejecutivos de dirección y en tiempos de campaña, cuando organiza los batallones electorales, un partido en el que en sus elecciones internas Chávez metió mano para cambiar a unos pocos de los candidatos ganadores, ... enfin, un partido que no funciona como debiera, y que está formado no solo por quienes creen en la Revolución Bolivariana, sino los que quieren vivir a costa y gracias a la Revolución Bolivariana.

Pero no es tiempo de desilusionarse ni de renegar de la Revolución Bolivariana. Es momento de reflexionar, parase a evaluar los aciertos y los fallos que tiene actualmente Venezuela, y tomar conciencia de los fallos para poder corregirlos, para seguir avanzado profundizando en el Socialismo del Siglo XXI. Aunque obviamente no soy yo ni los occidentales los que tenemos que reflexionar. Son los propios venezolanos quienes han de parse a reflexionar, analizar y prepar una nueva vuelta de tuerca de la Revolución Bolivariana, empezando por el propio presidente.

Es el momento de un nuevo giro, es el momento de que la Revolución Bolivariana vuelva a tomar la iniciativa y deje descolocada a la oposición. Es el momento de vencer o morir.

¿Cómo se censura hoy en día?

A día de hoy está muy extendida la idea de que en nuestras democracias formales occidentales existe libertad de expresión. Y no solo existe libertad de expresión, sino que encima llamamos a esta nuestra sociedad, "sociedad de la información", pues la proliferación de medios de información y el acceso gratuito a internet nos ha dado la posibilidad de acceder a gran cantidad de información.

Pero, no seamos ingenuos, todavía existen dos grandes medios de información hegemónicos: los periódicos y la televisión, y siendo extensible, las webs digitales de los periódicos y las televisiones en internet. Son los llamados "grandes medios de información", canales a través los cuáles recibimos la mayoría de la información, o al menos, los medios a través de los cuáles la mayoría de las personas hoy en día se informan. Y si me apuran, ni siquiera tendríamos que distinguir entre televisiones y periódicos, sino que un mismo gran medio de información suele tener sus propios canales televisivos y sus propios periódicos, revistas, etc...

Pero, ¿es real esa libertad de expresión? ¿es verdad eso de que no hay censura? Mientras que hasta hace bien poco - o incluso en algunos casos hoy en día - la censura se ejercía desde el poder estatal central, hoy la censura yace oculta bajo la losa del peso que supone la sobreabundancia de noticias sin mencionarse en las tertulias, sin prestarlas atención. Quizás la mejor forma de explicarlo la podemos encontrar en Diagonal:

Si el Gobierno estadounidense entrega dinero público para rescatar bancos en quiebra y los bancos usan su dinero para financiar una campaña contra el sindicalismo, ¿hay noticia o no? Esto ha ocurrido. Y sí, ha sido noticia: una noticia pequeñita, sofocada, ninguneada. La noticia nació y murió sin eco, sin polémica, sin tertulias, acaso, simplemente, como funciona hoy la censura: publica lo que quieras, que nadie te va a hacer caso. El día en que se escriben estas líneas, la edición impresa del diario El País publica 104 titulares, incluyendo noticias, opiniones, viñetas, cartas al director, fotonoticias y breves. Apenas un centenar de ideas describen cómo ha sido el mundo en las últimas 24 horas. ¿Cuánta información se ha quedado fuera? Toda la demás. El servicio internacional de la agencia EFE ha publicado en las últimas 36 horas 827 documentos con noticias de (casi) todo el mundo. ¿A dónde va a parar todo lo que no se publica? No a la televisión, desde luego. Los telediarios a duras penas narran una treintena de acontecimientos en cada edición, más media docena de vídeos deportivos. Casi 40 noticias en 50 minutos. Esta iba a ser la era de la información, pero no da tiempo.


Pero no sólo eso, seguimos leyendo el artículo en Diagonal y podemos encontrar otro caso muy significativo de los nuevos métodos de censura:

Héctor Fouce, periodista y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, se fija también en el trabajo cotidiano de los periodistas en medios más pequeños. "Además de la censura de verdad, hay más bien, autocensura. Por el modelo laboral de los medios, para caerle bien al superior, los periodistas saben perfectamente lo que pueden o no deben publicar", dice Fouce. "A veces se ve en temas muy banales: mejor fútbol, que baloncesto", pero también, denuncia, "en la connivencia de los medios con los dos grandes partidos; la información política se reduce al debate electoral bipartidista, ¿y cuándo vamos a empezar a hablar de política?".


¿Quieren un ejemplo? Aquí tienen unas cuántas (bajen el artículo del diagonal y ahí hay una serie de noticias recopiladas). En el Estado Español, Pascual Serrano ha hecho esta recopilación.